Veneno.

Esto lo escribi hace un par de años. Bueno es de 1997 con 17 años y aún recuerdo la noche de lluvia de ese día.

Veneno

 

 

En una copa lo serví,

Al degustar me rendí

Taciturna en dulce delirio,

Clandestina,

Sencilla por olvidos;

No busco más que la muerte propia,

No la del cuerpo,

Sino la del sentimiento.

Y me rendí bajo tus dominios,

Cuando por mis venas

Viaje

Este idilio;

Este que del aroma a rosas,

Impregno mi cama,

Este que de lunas,

Cubrió la pasión dolosa.

En este copa rota lo serví,

De este,

Veneno que embriaga,

A morir me conferí,

Y es porque

Conocí un cielo loco,

Es porque

Descubrí en ti un todo;

Y no me arrepiento de haber muerto,

Ya que al vacío me lanzo,

No por haberme negado un abrazo,

Mucho menos por un querer de ratos.

Es nada más la confusión,

Cotidiana sensación,

Que ha sosegado lo que fue tu querer;

Pero no por nada soy suicida,

Más por ti morí en vida.

Y de terquedad

He hecho un mártir,

Para que no se escapara

Tu sentir,

Y si amar es mi veneno,

Que mas da si dichosa muero.

Addis Gq.

Bienvenidos, Espero que disfruteis tanto como yo cuando escribo.

Quizas más que un saludo de bienvenida es la despedida; pero como de todo fin comienza el Principio aqui os dejo un poco de lo antes ya dicho.

 

La Muerte del poeta

Ya sin aliento estoy

Tendido aquí,

En este lecho, mi alma yace sin temor.

No, porque mi cuerpo sin vida

Se despida;

Sino, porque mi pensamiento

Se agoto.

Y de pensar,

De hablar,

De mirar y de extrañar

Esta alma se canso.

No voy a morir,

Este no es mi fin.

Porque de este ser

Y su existencia,

Quedaran sus pocas proezas

Y aunque, quizás no alcance

Todas mis metas,

Ni logre ser un gran poeta;

De mis líneas alguien se recordara,

Pues,

De ellas tuve que hablar.

Ya sin aliento estoy,

Tendido aquí,

Mi alma yace sin temor.

No es porque el cansancio agoto mis esfuerzos,

Esos que lucharon contra el silencio,

Esos que lograron un "te quiero".

Y yo se que aquí tendido

En mi lecho,

Más de uno me tendrá

En sus recuerdos;

Ya sea para bien o para mal,

De un millar de personas,

Alguien me tuvo que amar

Y con estas líneas,

Que escasean de alegría,

No les quiero dejar un recuerdo de melancolía.

Pues,

Es que de mis tristezas

Puedo escribir,

Y la soledad se las puedo decir;

Pero fue tanta la alegría mía,

Que las palabras

No alcanzaron para describirla.

Y es por eso que me despido,

Porque, ya aquí todo esta dicho.

 

Gracias, por leer mis tantas y tantas lineas sueltas.  

Addis Gq.