A mi padre
Lloro, nuevamente
fuego que
mata mi ser,
nuevamente
montones de ayer,
despiadados que
arrasan conmigo.
Lloro
y sigo sin parar,
sigo sin saber
porque viene a mi
dolor tan grande,
porque mis venas arden
mientras yo,
sigo estática,
inerte,
casi sin respirar.
Busco la razón
busco, en mi ayer.
Y no hay nada,
un vacío enorme,
tantas cosas que
pude
decir, tantas y tantas
que hoy ya no diré
Y te he visto en la distancia
de una foto,
con tus sienes grises,
con la mirada perdida.
Y recordé en un segundo
mi vida entera,
recordé aquella
que fue mi infancia.
Pero duele recordar,
duele el ayer,
duele tanto que mata mi alma,
Y prefiero no pensar,
prefiero no mirar tus sienes grises.
Lloro,
si te veo, casi como
a un ser ajeno,
casi sin conocerte.
Nos hemos perdido,
en nuestros caminos
distintos,
Y sabemos que no se cruzaran,
sabemos que los tiempos no volverán...
Y nos conformamos, con la voz lejana, con la mirada de nostalgia.
0 comentarios